Por José María Daza Sánchez
La inestabilidad administrativa que ha sufrido el departamento del Chocó en los últimos períodos se ve reflejada en los resultados de todo orden. Para el caso del tema deportivo, durante este cuatrienio tuvimos en siete ocasiones al jefe de la gobernación, bien uno encargado o el elegido y reintegrado y el mismo número de directores del Instituto de Deportes, Indecho.
Ese esquema no permite una continuidad en la generación y aplicación de políticas que permitan atención a nuestros sacrificados deportistas. Jóvenes que con mucho sacrificio intentan prepararse para competir representando al departamento, pero la falta de interés de las administraciones los lleva a irse del Chocó a otros departamentos o simplemente fracasar en el intento aquí.
Además de la mentalidad de mezquindad de algunos personajes o dirigentes que creen que invertir en el deporte es perder la plata y entonces cuando de asignar recursos, que no salen de sus bolsillos y que había la posibilidad de asignar una cantidad razonable para todas las actividades de preparación, competición para clasificatorios y lograr participar en dichos juegos se niegan, sin tener criterio alguno para definir la cuantía a invertir.
Inicialmente se pidieron y sustentaron gastos por trece mil millones de pesos y terminaron fijando solamente 4.300 millones. Explicaciones (¿?) deberán dar los funcionarios responsables de esta hecatombe. Aunque no es costumbre dar cuentas de este orden.
Frustración absoluta de los deportistas dado el gran esfuerzo que hacen. Pero no podemos dejar a un lado a los dirigentes deportivos, los que integran las directivas de los clubes y ligas. Se han dedicado a esperar que “papá gobierno” les financien las actividades, con algunas excepciones, y entonces se descargan en las administraciones y su gestión es casi nula y algunos buscan es mejorar su situación.
El resultado de la participación de nuestros deportistas chocoanos, en esta versión XXII de los juegos nacionales fue de dos medallas de bronce en las categorías de taekwondo y boxeo y con ello, el último de los puestos en la clasificación de los departamentos que compitieron, que fueron 27.
Ya haremos, con más cifras y detalles, un informe relacionado con este tema, porque tenemos hasta dificultades para conseguir información relacionada con dicha participación, pues ante la limitación de recursos solo un periodista estuvo presente. Aún no conocemos informe alguno al respecto.
En una entrevista radial hablamos con Francisco Tulio Palomeque, más conocido como Pirry, un paradeportista que con mucho sacrificio y esfuerzo ha logrado varios triunfos en la modalidad de powerlifting, que es una disciplina que, aunque parecida, conserva cierta distancia con la halterofilia, o el levantamiento de pesas.
Nos señaló que no les han aún informado cuánto va a ser el reconocimiento económico deportivo por los posibles triunfos que obtengan, ya que esta semana inician los Juegos Paranacionales en las mismas ciudades del eje cafetero donde se desarrollaron los juegos nacionales.
Además, nos informó que las condiciones de uniformes y dotación son pésimas. “Algunos deportistas no tienen ni tenis para competir, ni indumentaria completa…tienen falencias hasta para los pañales…”
Palomeque, recordemos, no fue inscrito para la participación en una ocasión anterior a Juegos Nacionales por negligencia, por parte de una administración deportiva y no pudo participar, a pesar de haber obtenido diferentes triunfos, tales como medalla de plata en 2008 en los Juegos Paranacionales en Cali; plata en Cartagena en 2019; e internacionalmente, bronce en 2015 en Toronto, Canadá; Lima, Perú, campeón panamericano, con record en levantamiento de 195 kilogramos; subcampeón en Santiago de Chile; subcampeón en Río de Janeiro, Brasil en 2019 y cuarto (4º) lugar en Kazajistán, entro otros logros. Pero esto no le ha valido para que se le reconozca y apoye por parte de las administraciones locales.
Así que esperemos que la nueva administración departamental si le ponga atención a nuestros deportistas y que tenga en cuenta que el Chocó tiene grandes potenciales que se han perdido por ineptitud administrativa.