Hoy, 22 de abril de 2024, se celebra la 54° edición del Día de la Tierra bajo el lema: “Planeta versus Plásticos”.
En 1970 se realizó la primera manifestación por iniciativa del senador y activista ambiental estadounidense Gaylord Nelson donde participaron dos mil universidades, más de 10 mil escuelas y distintas comunidades. El movimiento ecologista comenzaba a tomar forma, las personas empezaban a ser conscientes de la contaminación atmosférica, el deterioro en los ecosistemas, y los múltiples impactos negativos que la acción del ser humano provoca a la Tierra.
En 1972 se celebró la primera conferencia internacional sobre el medio ambiente, la llamada “Cumbre de la Tierra de Estocolmo”, para sensibilizar a los líderes mundiales sobre la magnitud de los problemas ambientales.
Se celebró la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo en Río de Janeiro, en el año 1992, con asistencia destacada en cuanto a número de participantes y jefes de gobierno.
La Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas (ONU), proclamó en 2009 este día como el «Día Internacional de la Madre Tierra», modificando su nombre, expresando la necesidad de promover la armonía con la naturaleza, y un equilibrio justo entre las necesidades económicas, sociales y ambientales de las generaciones actuales y futuras.
Que el plástico contamina el planeta son noticias viejas, porque ahora, esta batalla contra el plástico ya es personal. Los plásticos están relacionados con riesgos elevados de trastornos autoinmunes, cáncer, enfermedades cardíacas, problemas respiratorios y muchas enfermedades más.
El plástico está afectando a todos los ecosistemas, provocando nuevos problemas de salud y afectando a la economía mundial. Tenemos la oportunidad de restaurar la Tierra y hacer frente a estos problemas. Un planeta sano no es una opción, es una necesidad.
Se propone apoyar el Tratado Mundial de las Naciones Unidas sobre el Plástico, para que se pueda materializar su reducción.
Exigir que los productores y minoristas de plásticos sean responsables del coste de cualquier daño medioambiental o relacionado con la salud de conformidad con el principio de «el productor paga».
Inversiones de los sectores público y privado en innovación para reemplazar todos los plásticos derivados de combustibles fósiles.
Prohibir todos los productos de tabaco relacionados con el plástico, incluidos, entre otros, filtros de tabaco y cigarrillos electrónicos.
Prohibir la exportación de residuos plásticos.
Poner fin a la incineración de residuos plásticos.
Apoyar soluciones innovadoras y alternativas al plástico en todos los sectores.
Campañas de educación y concientización pública totalmente financiadas para informar al público sobre las razones y estrategias para poner fin a la contaminación plástica.
También se busca rechazar la moda rápida: 100 mil millones de prendas se fabrican anualmente, y lamentablemente el 87 % de ellas terminan en vertederos o incineradores y solo el 1 % se recicla.
Por último se propone acciones de Limpieza Global, limpieza comunitaria.