Leyner Palacios Asprilla, ex comisionado de la Verdad, pide que el país se vuelque hacia el Chocó para aliviar el sufrimiento de la gente.
Lo que está pasando en el Chocó, donde la población civil sigue padeciendo los rigores de la guerra que sostienen ELN, paramilitares, narcotraficantes y grupos criminales, es vergonzoso para el país y para la humanidad, así lo señaló Leyner Palacios Aspilla, al pedir la intervención institucional decidida en el territorio.
Palacios Asprilla, víctima directa del conflicto armado por la pérdida de decenas de familiares en la masacre de Bojayá de 200, señala que contrario a lo que todo el mundo espera con los acercamientos de paz del Gobierno con todos los grupos al margen de la ley, la guerra se está agudizando en el Chocó y la población civil es la que lleva la peor parte.
“Lamento profundamente que el Chocó siga en el estado de postración humanitaria, me duele profundamente porque vengo de un territorio donde sé lo que es vivir en esa situación, me imagino el sufrimiento que está pasando tanta población en el mismo casco urbano, es vergonzoso, eso es un reflejo de que no vamos bien con la paz”, asegura el exintegrante de la Comisión de la Verdad.
Palacios, además, señala que la agudización de la guerra nos está mostrando que el éxito de la paz no es como debería ser, por lo que insiste en la urgente necesidad de emprender acciones que alivien los padecimientos de la gente, obliguen al ELN a buscar la salida negociada del conflicto armado y decida eliminar cualquier acción que afecte a la población civil.
“También es necesario que el paramilitarismo, que está allí, se avoque a unos procesos de sometimiento, necesitamos como Estado volcarnos a esos territorios para proveer a la sociedad de derechos en salud, en educación, es que los niveles de insatisfacción de necesidades básicas son tremendamente altos y mientras haya esos niveles de desigualdad, de racismo y exclusión, la paz va a ser muy difícil lograrla”, recalca Palacios.
Leyner Palacios recordó que, en el trabajo adelantado por la Comisión de la Verdad con diagnóstico y hallazgos, se evidenciaron las enfermedades que agobian a las poblaciones y puso de presente la necesidad de que la institucionalidad, y la sociedad en general, se comprometa en la implementación de las recomendaciones esbozadas en el informe final de la Comisión.
Palacio considera que el país entero debe unirse en torno a la implementación de las recomendaciones de la Comisión de la Verdad, como senda que permita superar la guerra, la injusticia y la exclusión y “ojalá podamos sacar este país adelante”, para lo cual se requiere una intervención integral en materia de salud, educación, derechos y reconocimiento de la diferencia.