Tomado de https://www.gobiernobogota.gov.co/noticias/lylean-machado-primera-mujer-joven
Lylean Liseth Machado Mena es gerente de Etnias del Instituto Distrital de Bogotá de la Participación y Acción Comunal (IDPAC).
Lylean Liseth llegó a Bogotá desde su natal Quibdó, Chocó, cuando estaba a punto de cumplir la mayoría de edad. Inicialmente motivada por continuar su formación académica, encontró en Bogotá nuevas razones que la conectaron más profundamente con su identidad como mujer afrocolombiana.
«Identifiqué nuevas realidades que antes no eran tan naturales para mí, la pervivencia de la etnicidad y la diversidad de nuestras culturas», expresó.
Con 32 años y madre de un niño de diez, es hija de educadores cuyo ejemplo la inspiró a convertirse en abogada, especializándose en políticas públicas poblacionales y contratación.
«Estos han sido mis sentires y la vocación por la que me he posicionado y perfeccionado en la practicidad», afirmó.
Durante 14 año, ha recorrido Bogotá, la ciudad que la adoptó y en la que ha aprendido a reconocer y valorar la diversidad cultural. Ha tejido procesos con comunidades étnicas, especialmente negras y afrocolombianas, con un enfoque en la juventud, contribuyendo desde la etnoeducación.
«He contribuido a escenarios de formación para líderes y lideresas, creando nuevas ciudadanías y fortaleciendo sus capacidades certificadas, una de las deudas históricas que hemos tenido».
Lylean destaca que el liderazgo étnico no ha sido suficientemente reconocido ni considerado como experiencia, pero asegura que «es una de las labores más bonitas y responsables que tenemos con nuestra sociedad».
Su evolución como lideresa le ha llevado a ser la primera mujer en asumir la gerencia de Etnias del IDPAC, un reto que acepta con honor.
«Me he gozado esta experiencia iniciando por la concertación, con un diálogo amistoso con las comunidades. Ha sido la oportunidad de aportar un granito de arena y contribuir para que nuestras comunidades, paulatinamente, mejoren sus condiciones socioculturales y económicas», señaló.
Reconoce que en Bogotá se han generado condiciones para garantizar la incidencia y participación de las comunidades étnicas. Sin embargo, el desafío es pasar de «la folclorización de los grupos étnicos a su reconocimiento en el marco del respeto de las formas de vida heterogéneas.
El reto es cómo, como ciudad, nos permitimos romper los imaginarios colectivos sobre estas comunidades y conocerlas desde su diversidad y sus formas de vida», puntualizó.