La guacamaya verde limón, (Ara ambiguus), también conocida como lapa verde o guacamaya ambigua, es una especie endémica del Chocó en peligro de extinción
De esta hermosa especie solo quedan en el planeta unos cinco mil ejemplares, asentados unos en Centroamérica, una población aislada en el occidente de Ecuador y en Colombia solo existe en el Chocó, específicamente en el Bajo Atrato y en el Darién.
La supervivencia de la Guacamaya Verde está gravemente amenazada por la pérdida de su hábitat, la tala indiscriminada de los bosques, la caza, la captura de individuos y el saqueo de nidos para mantenerlas como mascotas, causando un gran impacto en la naturaleza.
Para revertir este oscuro panorama la Fundación ProAves, en alianza con Jerónimo Martins Colombia S.A.S y su marca tiendas Ara, adelanta un proyecto de educación ambiental y conservación de esta y otras cuatro especies de guacamayas en los departamentos de Chocó y Antioquia.
Las guacamayas, pertenecientes al género de aves de la familia Psittacidae, se alimentan principalmente de semillas por lo que dependen de la existencia de muchas especies de árboles, y necesitan palmas huecas en el bosque para poder anidar y reproducirse.
La guacamaya verde limón mide 85-90 cm de longitud y pesa en promedio 1,44 kg. Presenta frente color rojo escarlata; corona, nuca, cuello y parte alta del dorso verdes; plumas de vuelo azul turquesa y en la base oliva amarillento; parte baja de la espalda, rabadilla y las plumas de la parte superior de la cola color azul claro. La cola es de color rojo parduzco a anaranjado con punta de color azul muy claro.
La piel de la cara desnuda, blancuzca, presenta líneas de plumas negruzcas, que son de color rojizo en loros mayores, especialmente en las hembras. El iris es amarillo. La cola por encima es de color rojo pardo con punta de color azul muy pálido y por debajo es de color amarillo oliváceo.2
Vuela a grandes distancias, en bandadas pequeñas de 18 a 40 individuos, en busca de semillas y frutas. Forma parejas de por vida y trata de mantener siempre el mismo nido. Anida en cavidades de troncos de árboles seco. La hembra incuba los huevos por 30 días y el macho lleva el alimento al nido. Ambos son responsables después de alimentar a los pichones, que permanecen por 60 días en el nido.