Un grupo de indígenas ubicados en la vía Quibdó-El Carmen de Atrato retuvo a a ocho soldados y su comandante adscritos a la Fuerza de Tarea Conjunta Titán. Se informó que los indígenas les quitaron las armas a los militares y los amarraron durante varias horas.
El comandante del Ejército, general Eduardo Zapateiro, aseguró que ese hecho puede calificarse como “un secuestro porque los soldados fueron detenidos cuando adelantan labores que son constitucionales. Somos respetuosos de sus situaciones especiales que manejan los indígenas y por eso le di órdenes al general Juvenal para que fuera personalmente a manejar esta situación con el gobernador indígena”.
El general Juvenal Díaz Mateus, comandante de la Séptima División, coordina con los organismos de derechos humanos una salida negociada para la libertad de los hombres del Ejército Nacional, con mediación de la Defensoría del Pueblo.
Narró que los soldados estaban adelantando operaciones sobre la vía Quibdó-Medellín, cuando de repente fueron rodeados por indígenas quienes los amarraron y despojaron de su armamento. “stán listas las denuncias para colocarlas ante la Fiscalía», aseguró.
El general Díaz reprochó que mientras los soldados están arriesgando la vida en operaciones militares contra grupos armados, en labores de desminado y levantando el confinamiento para que regresen a sus territorios, ahora sean los mismos indígenas que los retienen y violen sus derechos humanos.