En acción coordinada por la Fiscalía, con el Ejército Nacional, la Policía Nacional y Codechocó, fue dinamitado un entable minero en Paimadó, Río Quito.
Allí funcionaban cuatro retroexcavadoras, motores y otros equipos en la extracción de oro, cuyo valor alcanzaría los 1.500 millones de pesos.
Durante las diligencias fueron capturadas dos trabajadores, el administrador del entable y un operador. Una fiscal de la Dirección Especializada contra las Violaciones a los Derechos Humanos les imputó daño en los recursos naturales, invasión de áreas de especial importancia ecológica agravada y otros delitos relacionados con la explotación ilícita de yacimientos mineros. Los cargos no fueron aceptados por los detenidos.