
Por Aurora Bailón Ibáñez
Los grupos de Seglares Claretianos de Quibdó iniciamos en 2018 una nueva experiencia pastoral en la Ciudadela MIA y sectores aledaños de Quibdó. En esta zona el gobierno colombiano aprobó un plan de vivienda subsidiada para ubicar a 1.500 familias desplazadas por el conflicto armado, que por más de 50 años vive el país y cuyas consecuencias sufren con mayor intensidad los pobladores de las zonas rurales, especialmente el Chocó.
¿Cómo se hace posible esta experiencia? Muy sencillo. Los Seglares Claretianos de Quibdó somos dueños en la Ciudadela MIA de un terreno de unos 4.000 metros cuadrados, que pusimos a disposición para atender a esta población desplazada. Para ello hicimos un análisis de contexto y nos dimos cuenta que niños, adolescentes, jóvenes y mujeres de la Ciudadela MIA y sectores aledaños viven una situación de extrema pobreza debido a su condición de desplazamiento forzado, al abandono estatal, a la falta de oportunidades y al riesgo permanente que tienen de ser captados por redes de grupos armados ilegales, dedicados al narcotráfico y delincuencia común.
Para dar respuesta a esta situación se pensó en la creación de una Escuela de Artes y Oficios en la Ciudadela MIA (Mestizos, Indígenas y Afros) y sectores aledaños, donde los pobladores aprenden un arte o un oficio, de manera que puedan emprender su propio trabajo, y de esta forma, mejorar sus ingresos individuales y familiares.
Si hay mayores ingresos, las familias podrán satisfacer de manera más oportuna sus necesidades básicas y estarán con mayor motivación para avanzar en sus estudios y participar con mayor agrado en la vida política, social y cultural de su barrio.
Durante la primera etapa del proyecto se crearon 6 emprendimientos, uno por cada curso impartido en oficios, los cuales fueron: reparación de motocicletas, tejido y Bordado, electrónica, modistería, pintura sobre tela y peluquería. De estos emprendimientos los que han tenido mayor desarrollo son el de modistería que consiguió un contrato con el Megacolegio para la confección de uniformes escolares y otro con la Pastoral Social de la Diócesis de Quibdó para la elaboración de 1.500 mascarillas; el de electrónica que están reparando electrodomésticos y celulares en sus casas y el de reparación de motos que repararon bastantes vehículos en un local a la entrada de la Ciudadela MIA.
Los emprendimientos de pintura sobre tela, tejido y bordado, reciben pedidos y a través de los ingresos que obtienen mejoran la economía familiar. A los niños, niñas y adolescentes se les forma en ética y valores, música y danza, a fin de fortalecer su identidad cultural y estimular el desarrollo de sus capacidades cognitivas, motrices y emocionales.
Este trabajo realizado se retomará en una segunda etapa del proyecto, aprobado por la Diputación General de Aragón (España) en diciembre de 2019, cuyo objetivo principal es fortalecer los emprendimientos creados y también la organización social de la Ciudadela MIA y sectores aledaños, que cuenta aproximadamente con 10.000 habitantes, a fin de facilitar la integración social y empoderar a sus líderes para la reivindicación de los derechos económicos, sociales, culturales y ambientales de sus habitantes.
Debido a la pandemia del coronavirus no hemos podido iniciar esta segunda etapa. El país está siendo muy afectado por el covid 19 y se espera llegar al aplanamiento de la curva, lo cual hará posible la realización de algunas actividades, que están restringidas por el aislamiento preventivo obligatorio.
Esperamos retomar pronto la actividad porque la Escuela de Artes y Oficios de la Ciudadela MIA y sectores aledaños es una esperanza de vida para sus pobladores. Para el sostenimiento de esta obra se requiere del apoyo de los sectores beneficiados, instituciones del gobierno, Ongs y cooperación internacional.