Por Francisco Moreno Mosquera.
El pasado 26 de junio falleció en la ciudad de Cúcuta el doctor Ulises Díaz Moreno, profesional chocoano que gozaba del aprecio de la sociedad cucuteña y tenía un alto prestigio en los círculos académicos de esa capital santandereana.
Desde muy niño en su natal Condoto, Ulises Díaz mostró una marcada inclinación hacia la intelectualidad, era un ávido lector de cuanto libro, revista o periódico caía en sus manos. Cuando en su lectura precoz saltaba a la vista alguna palabra o concepto desconocido, buscaba infatigablemente todas las fuentes posibles hasta lograr comprender a cabalidad lo que leía.
Muy inquieto en su afán de adquirir conocimientos por encima del nivel de su edad, se convirtió en un autodidacta que asombraba por la claridad de pensamiento y fluidez con que expresaba sus ideas. Ulises Díaz se graduó de maestro en la Normal de Quibdó, pero no estaba satisfecho, quería más aprendizajes.
Por eso realizó cursos de artes y aprendió oficios como la sastrería y la zapatería, con los cuales ayudaba a la economía familiar. Buscando mejores horizontes, se fue a Bogotá e ingresó a la Universidad Libre, donde obtuvo el título de Licenciado en Ciencias Sociales. Posteriormente se graduó de abogado e hizo varias especializaciones en Derecho.
Desde hace varias décadas, Ulises Díaz fijó su residencia en Cúcuta, pero sin desligarse de su amado Chocó, adonde viajaba con frecuencia. En sus cortas estadías en Quibdó, Istmina y Condoto, él aprovechaba para visitar uno a uno a sus amigos, deleitándolos con su cultísima pero amena conversación.
Se desempeñó como docente en las universidades Simón Bolívar y Francisco de Paula Santander, amén de ejercer su profesión como abogado independiente, ocupaciones en las cuales mereció el reconocimiento de todos quienes tuvieron la oportunidad de contar con sus servicios.
Su muerte fue registrada por los principales medios de Cúcuta, entre ellos La Opinión, los cuales expresaron su admiración y gratitud por los aportes de este chocoano a la educación y la cultura.
Paz en su tumba!