
Por Jorge Salgado.
Los 9.000 habitantes de Pizarro, cabecera municipal de Bajo Baudó, han realizado en las últimas semanas varias marchas protestando por los continuos apagones de la anacrónica planta de generación eléctrica con combustible Diesel y exigiendo que se cumplan los compromisos con el gobierno nacional relacionados con la construcción de la línea de interconexión con el sistema eléctrico nacional.
En efecto, en los documentos firmados al final de los paros cívicos del Chocó de los años 2009 y 2016 los gobiernos nacionales se comprometieron a construir una línea de interconexión entre Pizarro, Boca de Pepé y San Miguel (comunidad del río San Juan), línea que llevaría energía a los 35.000 habitantes del municipio de Bajo Baudó.
Esta vital interconexión eléctrica ha sido incumplida por los gobiernos de Álvaro Uribe, Juan Manuel Santos, Iván Duque y Gustavo Petro.
En agosto 10 de 2009, seis meses después del paro cívico de febrero 19 de 2009, el gobierno nacional aprobó el CONPES 3600 sobre “Importancia estratégica del proyecto de interconexión eléctrica de los municipios del Medio San Juan, Medio Baudó, Bajo Baudó y Sipí”.
Se adjudicó el contrato de interconexión Istmina-San Miguel-Boca de Pepé-Pizarro y San Miguel-Sipí, por 28 mil millones de pesos a Dispac, y se acordó entregar la obra el 30 de diciembre de 2010. Pero en febrero de 2012, aduciendo que no alcanzaban los recursos y que la obra valía 93.000 millones de pesos, el gobierno nacional liquidó el contrato. Nunca se informó cuántos recursos se gastaron y en qué, cuántos quedaron, ni a dónde los destinaron.
En noviembre de 2020 se inauguró la interconexión de Sipí, pero quedaron archivados y olvidados por la alta burocracia estatal los compromisos de interconexión eléctrica de los municipios chocoanos de Bajo Baudó, Acandí, Unguía, Alto Baudó, Bojayá, Nuquí, Litoral de San Juan, Medio Atrato y Juradó. Nueve municipios del Chocó siguen congelados en el tiempo, un siglo atrás, padeciendo las costosas, ineficientes y contaminantes plantas de generación eléctrica con combustible Diesel, con apagones continuos, energía intermitente y de baja calidad.
El alcalde de Bajo Baudó, Faustino Murillo, ha informado que la Empresa de Energía Eléctrica de Bajo Baudó, ElectroBaudó, es privada, con frecuencia se queda sin combustible, tiene precario mantenimiento e insuficiente capacidad de generación. “Queremos interconexión, una solución permanente. Hay que continuar marchando, manifestándonos. Exigimos derecho a servicios y comunicación”, dice enfáticamente.
También ha enviado notas a la Superintendencia de Servicios Públicos, al Ministerio TIC y a las empresas de telecomunicaciones Claro Colombia y Tigo Colombia, exigiendo medidas urgentes para solucionar la interrupción de las comunicaciones de señal celular y de internet. “No más vulneración de derechos, restablecer los servicios y mejorar las condiciones de vida de los habitantes”, agrega.
Es muy grave y empeora la situación en el municipio de Bajo Baudó. Pizarro no tiene agua potable, Findeter entregó un alcantarillado sin terminar. La salud se deteriora cada día. Pescadores y comerciantes están en quiebra, sin energía y sin posibilidad de frío para conservar sus productos. Es obsoleta la antena de Claro. Los estudiantes no tienen internet. El Banco Agrario casi no puede funcionar.
La tragedia de Pizarro se repite en todo el Chocó. Retroceso, empeoramiento. No hay cambio, no hay mejoras, no hay cumplimientos.