Marzo 21. Día Internacional de la Eliminación de la Discriminación Racial o Étnica
Antecedentes
El Día Internacional de la Eliminación de la Discriminación Racial o Étnica se celebra el 21 de marzo de cada año. Ese día, en 1960, la policía abrió fuego y mató a 69 personas en una manifestación pacífica contra la ley de pases del apartheid que se practicaba en Sharpeville, Sudáfrica. Al proclamar el Día en 1966, la Asamblea General de la Naciones Unidas instó a la comunidad internacional a redoblar sus esfuerzos para eliminar todas las formas de discriminación racial (resolución 2142 (XXI).
En 1979, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó un programa de actividades que se realizarían durante la segunda mitad del Decenio de la Lucha contra el Racismo y la Discriminación Racial (A/RES/34/24). En esa ocasión, la Asamblea General decidió que todos los años, en todos los Estados, a partir del 21 de marzo, se organizase una semana de solidaridad con los pueblos que luchan contra el racismo y la discriminación racial.
Desde entonces, el sistema del apartheid en Sudáfrica se ha desmantelado. Leyes y prácticas racistas se han suprimido en muchos países, y se ha construido un marco internacional para luchar contra el racismo, guiado por la Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial. Aun así, en todas las regiones, muchos individuos, comunidades y sociedades sufren de la injusticia que el racismo y el estigma traen consigo.
En el convulso panorama actual, y tras dos años de pandemia mundial, debemos ser muy conscientes de la brecha de desigualdad de trato ocasionada en un difícil y sesgado proceso de inmunización de la población con especial vulnerabilidad por razón de su origen o condición.
Los Estados, cuyos principios y valores se sustentan en el respeto a las libertades fundamentales y a los derechos humanos, si bien han realizado un esfuerzo notable en procurar combatir la crisis sanitaria, han dejado atrás a gran parte de la sociedad civil mundial más necesitada de nuestra solidaridad y compromiso.
La celebración de este 2025 gira en torno al tema “60 años de la Convención contra el racismo: avances y logros en la lucha contra la discriminación racial”.
El 21 de diciembre de 1965, la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó la Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial mediante la Resolución 2106 (XX), un paso histórico en el afán mundial por erradicar el racismo.
Al tratarse del primero de los principales tratados internacionales de derechos humanos de las Naciones Unidas, la Convención sentó las bases para futuros avances en materia de protección de los derechos humanos. Su firme determinación de acabar con la discriminación racial y promover la igualdad apuntala la lucha actual contra las ideas y prácticas racistas, con el objetivo de fomentar el entendimiento y la unidad mundial sin segregación racial.
El 60º aniversario de la Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial invita a reflexionar sobre los avances logrados en la lucha contra la discriminación racial, al tiempo que pone de relieve los retos actuales. Es el momento de reafirmar nuestro compromiso con la igualdad y proseguir nuestra labor para eliminar el racismo, garantizando la igualdad de trato para todas las personas.
Principio de la igualdad
La Asamblea General de las Naciones Unidas reitera que todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y tienen la capacidad de contribuir de manera constructiva al desarrollo y bienestar de la sociedad. En su resolución más reciente, la Asamblea General también enfatizó que todas las doctrinas de superioridad racial son científicamente falsas, moralmente condenables, socialmente injustas y peligrosas y deben rechazarse, al igual que las teorías con que se pretende determinar la existencia de razas humanas separadas.
Desde su fundación, las Naciones Unidas han mostrado su interés por esta cuestión, por lo que la prohibición de la discriminación racial ha quedado consagrada en todos los instrumentos internacionales básicos de derechos humanos. Esos instrumentos imponen a los Estados obligaciones y tareas destinadas a erradicar la discriminación en las esferas pública y privada. El principio de igualdad exige también a los Estados que adopten medidas especiales para eliminar las condiciones que causan o propician la perpetuación de la discriminación racial.