
El ingeniero Jesús Lácides Mosquera Andrade, padre del sargento mayor de la Fuerza Aérea Colombiana, FAC, que murió al caer de un helicóptero durante la Feria de las Flores de 2019, sostiene con firmeza que el hecho no fue un accidente y denuncia que en un año no hay avances en la investigación penal de la Fiscalía en Medellín y la Justicia Penal Militar.
El 11 de agosto de 2019 murieron Jesús Mosquera López y Sebastián Gamboa, militares de la FAC que participaban en la revista aérea de cierre del Desfile de Silleteros.
Ambos estaban colgados de un helicóptero con una cuerda, portaban gigantescas banderas de Colombia y cayeron al vacío.
«Yo les he hecho una serie de derechos de petición y siempre se van por las ramas. Me están saliendo con la reserva del sumario y del Estado, y me dan la impresión que quieren aplicar la lentitud parsimoniosa para que la cosa se extinga. Pero eso no lo voy a permitir», señaló Jesús Lácides.
Y denuncia que su hijo, de 36 años, y su compañero, no murieron en un accidente como se dijo, pues la cuerda que los sostenía fue cortada y tampoco tenían la línea de vida que los pudo haber salvado.
«Para mí no fue un accidente. El mismo comandante de la FAC dijo que la cuerda fue cortada, entonces hay que mirar quién certificó todos los elementos. La cuerda, el helicóptero y los arnés son certificados por personal capacitado», agregó.
La cuerda que sostenía a los dos militares fue enviada a los Estados Unidos, donde es analizada por el FBI desde hace varios meses.
El sargento Mayor Jesús Mosquera López era casado, tenía un hijo de 10 años y vivía en Rionegro.
El martes 11 de agosto se realizará una eucaristía en Quibdó en el primer aniversario de la muerte del sargento Mosquera López.