Por Ninoska Salamandra
Acaba de culminar exitosamente la décima versión del Festival de Música y Danza Antero Agualimpia, Un espacio cultural y artístico que contó con un gran número de público asistente en cada uno de los distintos escenarios donde se llevó a cabo, público, que deseoso y ávido de eventos como estos cumplieron puntualmente con esa cita cultural.
Mis felicitaciones a la administración departamental por el esfuerzo adelantado en su desarrollo y a todas las instituciones que rodearon con su colaboración este evento e igualmente a todos los familiares del Maestro Antero, quienes engalanaron con su presencia el recinto en la noche final.
Espacios como estos son ideales para el disfrute, la recreación y la sana convivencia familiar, luego debemos mantenerlos, fortalecerlos para proyectarlos al público local y al resto del mundo de forma muy positiva para poder darle continuidad y permanencia, como la vitrina cultural que es, convirtiéndose así en un polo de desarrollo económico para el Departamento, de encuentro para sus habitantes, al igual que sea un punto de referencia de lo que somos en materia cultural.
En esta oportunidad me tocó hacer de Jurado calificador del certamen, en compañía de otros dos connotados personajes en el área de la danza. Como el resultado final no fue bien recibido por el público asistente, me permito manifestar en este sentido, que mi trabajo en el juzgamiento en certámenes como estos ha sido siempre serio y justo, por lo que en mi tarjeta daba como ganador al Grupo de danza YALUMBA, el segundo lugar para la agrupación JOVENES CREADORES y el tercer lugar la agrupación de Juradó SEMILLAS DE MI TIERRA; tal como debió quedar, esto lo hago no por quedar bien con nadie, se trata de salvar mi responsabilidad y aclarar los malos entendidos sobre el particular.
A los grupos participantes en el certamen quiero invitarlos a continuar trabajando en el fortalecimiento de sus trabajos artísticos, sin perder el norte en relación a lo tradicional. Yo diría, que en estas lides, no basta lucir un bonito vestuario si la esencia y el espíritu de la danza a representar se pierde, que fue lo que sucedió con la mayoría de las agrupaciones participantes, dedicándose a realizar un gran despliegue de movimientos de faldas y braceos, en cubrimiento de planimetrías y coreografías que no mostraban absolutamente nada de las danzas tenidas en cuenta en el desarrollo del Festival.
El TAMBORITO es una danza de carácter amoroso, luego, debe haber mucha interacción entre las parejas, cargada de un lenguaje gestico de mucho coqueteo, con galanteos por parte del parejo, con respuestas de aceptación de la mujer, que entre vueltas y desplazamientos en círculos, lateralidades y diagonales si se quiere, se manifieste ese deseo de conquista en los acercamientos y retiradas de las parejas.
El ABOZAO es una danza mucho más festiva y dinámica, me atrevería a decir, que es uno de los pilares de la danza tradicional chocoana, por ser propia y por las características de la misma, en esta danza también debe haber reciprocidad entre las parejas, requiebros y asedio por parte del hombre, que provoque en la mujer el deseo de bailar con él, estas no deben ser danzas donde cada quien va por su lado dando vueltas y vueltas, con movimientos vacíos, sin ningún o poco contacto entre las parejas. En ambas danzas hay que conservar los pasos y figuras tradicionales que le dan fundamento a cada una de estas, la evolución se debe plantear en otro sentido sin desvirtuar los contenidos.
En la danza tradicional se pueden manejar performance, como lo hizo el grupo de Jóvenes Creadores como elemento de apoyo de la puesta en escena pero que en nada debe dañar la esencia de la misma en su desarrollo.
Resumiendo, desde este espacio quiero respetuosamente invitar a los directores de grupos a revisar sus trabajos de manera consciente, a tratar de darse cuenta si están cumpliendo y transmitiendo lo que en realidad debe ser el trabajo de la danza tradicional. Los invito también humildemente a consultar, a investigar, a crear y a no creer ser los mejores, cuando a veces se cometen errores consciente o inconscientemente al trasmitir o plasmar los contenidos de sus trabajos. El llamado es a unirse, a adelantar talleres, a despejar dudas, a mejorar y corregir falencias.
La danza tradicional requiere de un tratamiento delicado, que merece dedicación y responsabilidad por parte de quienes están encargados de dirigirlo.
Mi sugerencia respetuosa para la organización va en el sentido de que la próxima versión se dé a nivel nacional, con unas eliminatorias locales anticipadas por zonas y una semifinal general entre los ganadores de cada región, para que la agrupación que nos represente sea la mejor y así el festival continúe logrando los mejores niveles en calidad artística y participación en el mercado cultural, que jalone el turismo nacional y mundial; que poco a poco se puedan ir abriendo espacios a otras disciplinas artísticas y culturales de la región.