

A todo lo largo de Juradó se presenta una grave erosión marina que está devorando árboles, palmeras y viviendas. Se calcula que solo en el último año la fuerza de las olas y mareas del océano Pacífico devoró más de doce metros del área urbana.
Se requiere ayuda del gobierno nacional para ejecutar obras de mitigación que defiendan a la población, como espolones, rompeolas, restauración de manglares, replantación de vegetación muros de contención, protección y regeneración de corales.
De no atender este alarmante fenómeno, la cabecera municipal de Juradó podría desaparecer en menos de una década.