
El Papa Francisco recibió esta mañana en el Vaticano a los miembros de la “Casa Hogar Deutschland”, que realizan trabajo de asistencia a las niñas y mujeres del Chocó, apoyando más de 38 proyectos humanitarios y educativos.
En el encuentro participaron Sally Asprilla (Fundación La Paz) y Monseñor Juan Carlos Barreto, quien fue obispo de la Diócesis de Quibdó durante nueve años, hasta el pasado abril, y ha denunciado una y otra vez la crisis social y la reconfiguración de los grupos armados tras el Acuerdo de Paz con las Farc.
En el diálogo con el Papa se trató la crisis humanitaria y de derechos humanos que vive el 64% de la población del Chocó.
“Apreciado Papa Francisco, El Chocó necesita condiciones de vida digna y clama a gritos su intervención apostólica, para que se logren dos objetivos fundamentales: un acuerdo humanitario y la solución negociada al conflicto armado, pues, de lo contrario, el sufrimiento se incrementará y cobrara muchas vidas más”, dice el mensaje leído por Monseñor Barreto.
La maestra Sally Asprilla, que dirige una residencia universitaria en Quibdó para treinta mujeres jóvenes pobres de zonas rurales del Chocó, contó al papa que estas dificultades afectan en mayor medida a las mujeres. “Nosotras somos doblemente vulneradas por la falta de oportunidades para tener un proyecto de vida propio. Las jóvenes están expuestas a ser reclutadas para cocinarles a grupos armados, ser víctimas de violencia sexual o a tener marido e hijos sin poder aspirar a formación. Por eso le contamos de nuestro empeño por empoderarlas”, explica la maestra.
Durante treinta años Sally Asprilla recorrió el departamento con la Secretaría de Educación haciendo capacitación docente y asesoría a los proyectos educativos de todos los colegios, por lo que conoce bien sus problemáticas.
“Contamos al Papa que la situación en Chocó es crítica, en especial para las mujeres, pero también vamos a visibilizar el trabajo que hemos venido desarrollando con nuestras comunidades para hacerle frente. Esta es una oportunidad que fue mandadita del cielo”.
“Este es un llamado al Estado colombiano para que nos escuche y nos vea, para que entienda que en Chocó sí se puede, que solo necesitamos apoyo, porque con lo poco que tenemos hemos podido hacer mucho.”, asevera Sally.
La Casa Hogar “Casa Deutschland” es una iniciativa que nace en Alemania, y es sostenida con la ayuda caritativa de donantes que se enfoca en la educación de la mujer.
Desde CASA HOGAR se busca, además, que ésta sea no sólo una oportunidad para dar visibilidad al Chocó a la luz de sus retos a nivel social, sino que también le permita al mundo saber del enorme potencial de cambio que tiene este departamento. Tal potencial se ve reflejado, ante todo, en las iniciativas locales que buscan transformar positivamente la región y luchar desde las bases por una sociedad más libre, igualitaria y en paz.
Algunos de los proyectos más sobresalientes de CASA HOGAR en el Chocó son el apoyo a una Casa de Protección para la Mujer y la ampliación de un colegio en Istmina, de 200 a 400 cupos, así como la fundación de una residencia escolar y de una residencia universitaria para niñas y mujeres jóvenes rurales, en Istmina y Quibdó respectivamente, y una casa para mujeres violentadas. Adicionalmente, CASA HOGAR apoya el desarrollo de otros proyectos en los ámbitos de la salud, la protección de líderes y lideresas sociales y el acompañamiento sicosocial a niñas en condición de desplazamiento.
“La idea es que ellas tengan herramientas y el sentido de pertenencia para que al graduarse retornen a sus comunidades y lideren la transformación social”, dice Sally.
Al finalizar el encuentro, los representantes del Chocó le entregaron algunos regalos al sumo pontífice: una estola con diseño afrocolombiano como las que usan los sacerdotes afro; libros de historia de los procesos comunitarios de la Iglesia en Chocó; cartas y manillas realizadas por niñas indígenas y afro de Istmina, y café y frutos secos producidos en el departamento.