Doce soldados profesionales que cumplieron veinte años de servicio fueron despedidos en una ceremonia militar realizada en el Campo de Paradas de la Décima Quinta Brigada en Quibdó.
Los doce soldados estuvieron acompañados por sus familias y se despidieron de la institución con un beso a la bandera que juraron defender desde el primer día que se calzaron las botas militares.
El soldado profesional Mosquera en un acto simbólico entrego al comandante de la Fuerza de Tarea Conjunta Titán el uniforme que portó por largo tiempo.
Este grupo de soldados profesionales pudo prepararse durante un año en el Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA), en carreras técnicas y tecnológicas, como parte del cumplimiento al programa de preparación de retiro asistido, donde pudieron formarse para continuar una nueva etapa de su vida personal y familiar.