En la mañana de hoy, 29 de octubre, apareció a la orilla del mar, en el casco urbano de Nuquí, el cuerpo sin vida de la promotora turística colombo-española Juana María Luisa Sofía Perea Plata, de 50 años.
Según boletín de la Policía Chocó, Perea Plata «presenta una herida con arma de fuego en la cabeza».
Juana María Perea Plata vivía en el corregimiento Termales, donde estaba construyendo un hotel ecoturístico.
«Juana Perea venía liderando un tema de turismo; venía trabajando ahora, por la cuestión del Covid, con unos temas de protección y protocolos de bioseguridad para posadas turísticas, y era líder del gremio de hoteleros del municipio de Nuquí», agregó Yeffer Gamboa, alcalde de Nuquí.
Perea y su esposo, un ciudadano estadounidense que trabaja como bombero contratista en Afganistán, habían comprado diez hectáreas de tierra en la zona de Termales.
«Yo hablaba continuamente con ella por el rol que desempeñaba; no me había manifestado que tenía amenazas. Me comentó la preocupación que tenía por unos panfletos (que circularon) hace poco en varios municipios del país pero ninguna amenaza en particular», expresó el alcalde Gamboa.
El alcalde reconoció que «la situación de seguridad en el municipio es compleja» por la presencia de grupos armados ilegales y la débil presencia del Estado ya que hasta hace poco en Nuquí contaban con «solo nueve policías para una comunidad de más de 6.000 habitantes», contingente que la semana pasada fue reforzado con cuatro policías más.
«Nosotros hace rato venimos haciendo unas solicitudes al Ministerio de Defensa, a la Policía Nacional y a la Armada sobre aumento de pie de fuerza, y que tengamos una unidad de Fiscalía. La verdad es que acá en Nuquí no hay quien investigue los crímenes y la situación se hace compleja», declaró el alcalde.