El homicidio a finales del mes de febrero de Alejandro Manugama Cheche, guarda indígena y médico tradicional de la comunidad embera katío del Alto Andágueda, municipio de Bagadó, generó un nuevo desplazamiento indígena en el Chocó.
César Querágama, uno de sus líderes, informó que hasta el momento se han desplazado cerca de 200 personas al municipio de Pueblo Rico, en Risaralda, por hambre, temor al reclutamiento y por las minas antipersona. Denunció que el ELN estaría reclutando de manera forzada a los menores de su comunidad e instalando minas antipersonal en su territorio.
“Los compañeros indígenas se desplazaron al municipio de Pueblo Rico, Risaralda por el temor de que el 17 de febrero del año en curso, asesinaron a un integrante de la Guardia Indígena que a la vez era médico tradicional. Ese asesinato generó zozobra y le echamos la culpa al ELN, a los milicianos, porque en este momento están operando en el resguardo”, aseguró.
Y agregó: “A los compañeros les da miedo salir a coger pancoger en su cementera, entonces desde esa vez estaban aguantando hambre y por tal motivo salieron al municipio de Pueblo Rico”.
Las autoridades de Pueblo Rico habilitaron un albergue para más de 50 familias en la Escuela Simón Bolívar.