El viceprocurador delegado para los Derechos Humanos, Javier Sarmiento, denunció que muchos niños de Acandí están abandonando el estudio para trabajar como coyotes o en las economías relacionadas al paso masivo de migrantes por el municipio rumbo al Tapón del Darién, Centroamércia y los Estados Unidos.
Tentados por lograr altos ingresos dejan las aulas y se dedican a guiar a los migrantes por la selva, a cargar sus maletas o a venderles productos o servicios.
En lo que va del año 2024 se han registrado más de 60.000 migrantes en Acandí.